En 1949, dos empresarios regiomontanos Alfonso y
Enrique García, fundaron la empresa Alen, productora de dos marcas de
limpiadores: Cloralex y Pinol, mismos que aprovechando el empuje publicitario
de la naciente televisión, se colocaron rápidamente en el gusto del consumidor.
Como todo producto en crecimiento, la competencia llegó de la mano de otra
empresa regia: Procasa Mexicana, la cual lanzó también dos productos llamados
“Cloro Patito” y “Pino Patito”. Sin embargo, aunque de menor precio, estos no
lograron permear en el gusto de las amas de casa.
La otra versión alude a la empresa Cereales Preparados,
la cual lanza al mercado la “Avena Preparada Patito” en 1945, dirigida a un
segmento dominado por la marca Quaker. La penetración de la avena no logró el
posicionamiento esperado.
A
partir de cualquiera de los dos productos, el sarcasmo mexicano se hizo
presente para extender la expresión “patito” a todo aquel producto o servicio
que no cumplía con las expectativas de desempeño, así; se habla de “juguetes
patito”, “refrescos patito”, “escuelas patito” y un largo etcétera. Sin
embargo, los productos a los que hacemos referencia siguen existiendo, los
primeros son producidos actualmente por la empresa Química Goncal y el segundo,
por la empresa que originalmente lanzó la avena con esta marca.
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